La atención ciudadana es lenta y costosa. Los vecinos hacen largas filas para trámites que podrían resolverse en minutos. Los equipos municipales trabajan de más en tareas repetitivas.
Tus clientes esperan respuestas rápidas. Si no las reciben, se van con la competencia. Tu equipo dedica horas a tareas repetitivas y no queda tiempo para crecer.
Las ONG suelen tener equipos pequeños y poco tiempo. La comunicación con donantes, voluntarios y beneficiarios consume horas valiosas que podrían destinarse al territorio.